lunes, 6 de diciembre de 2010

BREVE ENSAYO ACERCA DE UNA GRAN BURLA (LA SAGA "CREPÚSCULO")


Hace algún tiempo ya, una muy buena amiga mía, fanática de la lectura, como yo, me comentó acerca de un libro llamado “Crepúsculo”, me recomendó que lo leyera, eso fue antes de que se volviera todo un “boom” editorial e incluso antes de que a alguien en Hollywood se le ocurriera hacer una película al respecto. Ahora pienso que fui afortunado al no haber tenido contacto con ese texto ni con ninguno de los libros que luego se publicaron a partir del mismo.

Normalmente no tengo problemas con ese tipo de libros diseñados para un público muy poco exigente, pero en este caso me molestó de sobre manera todo ese proceso pseudo creativo, pues dicho libro habla acerca de vampiros y hombres lobo, dos temas que me apasionan demasiado, en especial el de los vampiros. Es por eso que toda esa historia de romance empalagoso y ridículo me parece una blasfemia contra aquel personaje que Bram Stoker recreó magistralmente basándose en las historias que le habían contado de seres que beben sangre para poder vivir, me refiero al conde Drácula. Es cierto, Stoker prácticamente plagió una idea, pues tomó información de culturas en donde la imagen del vampiro se remonta a épocas tan antiguas como la misma Sumeria, e incluso a tiempos previos a la expulsión de Adán y Eva del paraíso, pero de ese plagio surgió una de las mejores novelas que haya tenido en mis manos, novela que se convirtió en un clásico que no puede faltar en una buena colección de libros. Yo se que cada quien es libre de leer y de ver cualquier tipo de película que desee, pero no dejo de sentirme ofendido por la ligereza con la que se toma la imagen de esos seres tan llenos de misterio para prostituirla de una forma tan vil y rastrera por esos escritores y cineastas irrespetuosos. Lo que mas lamento, es que, los jóvenes que ilusionados compran los libros y las películas, no han leído nunca el clásico “Drácula” y mucho menos conocen la historia que se esconde detrás de esos personajes nocturnos y amantes de la sangre. ¡Que triste!, no tengo nada mas que decir al respecto (o no quiero).

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