martes, 16 de febrero de 2010
No mas...
De nuevo sentado frente al teclado, con la boca llena de veneno, los ojos teñidos de sangre y las manos llenas de rabia; nada nuevo, no es una sensacion desconocida, es más, la disfruto porque purifica mi ser, porque ayuda a que esta herida sea menos dolorosa. Aún no se si hacer de esto una despedida, porque en realidad deseo largarme de aquel Olimpo de utileria, prefiero habitar mi libertad plagada de pestilente verdad, prefiero caminar por las calles de esta moribunda ciudad que yace en este valle, y no seguir de extranjero en medio de aquella burbuja a punto de estallar. No, no sera una despedida, suena muy trágico, suena a drama, no, que aburrido.
Acaso trato de crear un epitafio para esta etapa bisiesta que doy por concluida, es probable, aunque tengo ciertas dudas, acaso en realidad morira?, mmm... espero que si, porque en realidad me empieza a joder los dias, en verdad se me empieza a ser molesta, se esta tornando una maldita piedra en el zapato, es una estupida costra que se niega a caer lejos de mi.
El reloj avanza poco a poco, y es extraño que no me sienta desesperado como en ocasiones similares que he pasado antes, creo que se debe a que al fin empiezo a liberarme del hechizo de esta bruja forestal, al fin pude acallar aquella chillona voz que destruia mi autoestima, al fin...
Que el viento se lleve todos los instantes pseudo-hermosos que vivimos, que la noche secuestre los recuerdos prefabricados y los deseche lejos de mi porque ya no me son utiles, ya no son gratos, ya no son bienvenidos. Que el tiempo se encargue de darnos a todos nuestro merecido, porque yo tambien he jugado sucio, pero puedo tolerar lo que me toque sabiendo que a esa figura azul le ira peor.
Ayer fui, mañana ya no, y hoy, simplemente corrijo lo que debi corregir antes, mucho tiempo antes. No, no es una despedida, no, no es un epitafio, no se que es, pero se que es bueno.
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